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La Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), a través de recorridas por establecimientos educativos de distintos distritos de la Provincia, planteó severas falencias e inconvenientes de infraestructura que dificultan notablemente el proceso de enseñanza y aprendizaje dentro del aula.
La presidente de la FEB, Mirta Petrocini, informó que en un distrito del oeste del Conurbano, un relevamiento determinó que a tres semanas del inicio del ciclo lectivo faltan 5.930 pupitres; 2.700 mesas y 200 sillas.
En Zárate, un informe del Consejo Escolar estableció que faltan 4.500 sillas; 2.300 mesas; 220 bancos para comedor; escritorios, 123 mesas de comedor y mas de 900 mesas y sillas de jardines de infantes. Además, el normal funcionamiento educativo requiere de 277 pizarrones y 347 bibliotecas.
“Como caso paradigmático podemos citar la convocatoria de una escuela a través de los medios apelando a la solidaridad de la comunidad, para que donen papel higiénico para uso de los alumnos de esa institución. O también podemos citar el caso de una escuela ubicada en el interior de la Provincia, en un pueblo bonaerense, que fue inaugurada, está habilitada, pero los chicos todavía no pudieron estrenarla por falta de mobiliario”, graficó Petrocini.
La FEB presentó a fines de 2009 un pormenorizado informe sobre necesidades urgentes de inversión en edificios escolares de toda la Provincia. Se mencionaba la necesidad de mejorar techos, arreglo de aulas, readecuación de sistemas eléctricos y de gas, falta de mantenimiento general de las construcciones, ampliación de espacios y adecuación de oficinas y otras dependencias para directivos y para desarrollo de actividades paralelas al dictado de clases (laboratorios, bibliotecas, Salón de Usos Múltiples, etc.)
Fue en el marco de las reuniones que mantiene habilitado el Gobierno y los gremios para abordar diferentes aspectos de la problemática educativa.
“Sin embargo, la Dirección de Escuelas es lenta y demora la resolución de ese listado de reclamos concretos, preparado y elaborado en base a los informes de cada uno de las Entidades de Base de la FEB”, aseguró la presidente de la entidad que nuclea a los docentes.
La lista de deficiencias estructurales en los edificios escolares detectados en recientes visitas realizadas por Petrocini y directivos de entidades distritales de la FEB incluye, además de falta de muebles:
- Improvisación de espacios administrativos en galerías, pasillos para ocupar los lugares originales como nuevas aulas.
- Paralización de obras de reparación o de ampliación por falta de pago y por demoras en la entrega de las certificaciones para que las empresas cobren.
- Falta de elementos básicos de higiene para la limpieza de sanitarios.
- Rotura, inutilización o carencia de elementos sanitarios en los baños.
“Hemos visto cómo los docentes y el cuerpo directivo -en algunos casos con la ayuda de los padres- deben poner esfuerzo y dinero de sus bolsillos para poner en condiciones las escuelas. Es así como una semana antes del inicio de clases, en decenas de establecimientos, son los docentes quienes limpian, arreglan y pintan aulas, pasillos y frentes de edificios”, explicó Petrocini.
“Ocurre que trabajar en esos lugares resulta poco agradable y nada estimulante. Hay escuelas en las que es muy difícil trabajar. Y allí, los docentes y alumnos deben pasar la jornada tratando de llevar adelante una de las tareas más complejas como es el proceso de enseñanza y aprendizaje”, dijo Petrocini.
La presidente de FEB aseguró que “acá hay un problema de fondo: El Gobierno de la Provincia no destina el presupuesto necesario para mantener en condiciones dignas la gran mayoría de los establecimientos escolares bonaerenses. Son años de desinversión y presupuestos restringidos, que no han acompañado las decisiones enunciadas de una educación para todos, inclusiva, de calidad, que –además- está expresada en leyes y decretos que obligan al Estado a garantizar la Educación como un derecho social y un compromiso indelegable de los poderes públicos”, concluyó Petrocini.
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